EE.UU. gastará miles de millones en mejorar sus armas nucleares en Europa
EE.UU. tiene una peculiar forma de cumplir sus promesas acerca del desarme nuclear, teniendo en cuenta el anuncio por parte de la administración de destinar miles de millones de dólares a la mejora de las bombas nucleares almacenadas en Europa.
De acuerdo con las cifras del presupuesto militar recientemente publicadas, EE.UU. invertirá alrededor de 10.000 millones de dólares en un programa de extensión de vida (Life Extension Program, LEP) de las bombas B61, y otros 1.000 millones de dólares se destinarán a su equipamiento con nuevos alerones de cola controlables.
Bajo el plan propuesto por la Casa Blanca, cerca de 200 bombas B61 almacenadas en Bélgica, Países Bajos, Alemania, Italia y Turquía serán equipadas con nuevos controles de vuelo, algo que las convertirá en armas guiadas capaces de ser transportadas por cazas F-35.
"Estas acciones supondrán una mejora considerable de la capacidad nuclear de EE.UU. en Europa, lo que contradice las promesas hechas por Obama en 2010 sobre el cese del despliegue de nuevas armas", subrayó Hans Kristensen, un experto en armas nucleares de la Federación de Científicos Nucleares, citado por el periódico ‘The Guardian’.
En la Revisión de la Postura Nuclear de 2010 (Nuclear Posture Review, NPR), EE.UU. se comprometió a reducir la cantidad de sus armas nucleares y, particularmente, a no desarrollar nuevas ojivas nucleares, y prometió que no "apoyaría nuevas misiones militares" en esta esfera.
Sin embargo, Kristensen opina que el plan, que se prevé implementar en Europa hasta 2019 o 2020, tiene por objetivo “llevar a Europa una bomba nuclear guiada y más manejable”, lo que para la gran mayoría de personas representa una gran preocupación.
Por su parte, la Casa Blanca asegura que el nuevo equipamento no representa un cambio significativo en su misión, por lo que no se rompe el compromiso de 2010.
Algunos países europeos, encabezados por Alemania, ya han tratado de solicitar a los estadounidenses que retiren sus bombas B61 de Europa, debido a que no cumplen con ningún propósito militar tras el fin de la Guerra Fría, y además representan un cierto riesgo de seguridad por la posibilidad de su robo por parte de terroristas.
En abril del año 2010, EE.UU. y Rusia firmaron el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, denominado Nuevo START, que contempla la reducción del arsenal atómico de ambos países a 1.550 ojivas nucleares cada uno. Para esta primavera Obama tenía previsto pronunciar un discurso con nuevas propuestas para reducir aún más los arsenales de las dos naciones hasta cerca de 1.100 ojivas. Sin embargo, las autoridades de EE.UU. informaron que la crisis en la península coreana ha motivado el retraso de dicho discurso.
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